En Perú (y otras partes del mundo) hace un par de décadas se oía relatos (con algunos informes clasificados decían, pero no oficiales) sobre el Proyecto HAARP, un proyecto secreto capaź de ocasionar movimientos telúricos (temblores) o algunas otros daños como la modificación de los climas, ya que por ejemplo una de sus bases contaba con cientos o miles de antenas colocadas en una sóla aŕea tal cual un monocultivo. Más adelante se catalogó esos relatos como conspiranoia, pero hace poco empezó a salir ya no sólo esos relatos sino informes ya oficiales sobre el uso de la geoingeniería una nueva arma biotecnológica. Esto hizo también recién darle la razón a pobladorxs que denunciaban el esparcimiento de agentes químicos a sus territorios con el fin de matar sus cosechas, ataques desde las industrias farmacéuticas que movían los fertilizantes y semillas transgénicas, aunque con todo eso algunos sectores o mejor dicho ese gran sector sea de derecha y de izquierda sigue ninguneando esas afectaciones. Lamentable.