Ir a trabajar contagiada o el largo camino hasta conseguir una baja

Eva —nombre ficticio— comenzó con síntomas el 25 de diciembre. Es enfermera en un hospital de Madrid y, al acabar su asfixiante jornada, se hizo un test de antígenos. El test salió negativo pero, cuando pasaban los minutos, una línea tenue comenzaba a dibujarse sobre el marcador que indica los positivos. Ante este resultado dudoso solicitó una PCR cuyo resultado no conocería hasta el día siguiente.

“A las 9 de la mañana llamé a mi jefe contándole la situación, que posiblemente había dado positivo y que estaba a la espera de PCR. Me dijo que con una PCR pendiente de resultado tenía que ir a trabajar. Le conté que me había vacunado el miércoles anterior, tres días antes, y me dijo que mis síntomas podían ser de la vacuna; cosa que no tenía mucha lógica porque ya habían pasado tres días”. “Con una PCR pendiente de resultado tienes que venir a trabajar”, insistía el jefe, según explica esta enfermera.

“Están sobrepasados porque estamos cayendo todos como chinches y no tienen cómo cubrirnos. Pero que me obligue a ir a trabajar así es peor para él porque se le puede quedar todo el turno al descubierto”

Y así es como Eva atravesaba la puerta de su hospital el 26 de diciembre, con febrícula incluida, ante la orden de su jefe de equipo. A lo largo de su turno recibió la noticia: su PCR había salido positiva. Cuenta que ese día estuvo tratando a pacientes oncológicos inmunodeprimidos. Eva considera que la decisión de su jefe fue una “temeridad”. “Están sobrepasados porque estamos cayendo todos como chinches y no tienen cómo cubrirnos. Pero que me obligue a ir a trabajar así es peor para él porque se le puede quedar todo el turno al descubierto”.

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Riesgo de presentismo

Jesús García Ramos, portavoz del sindicato de enfermería SATSE, considera que lo que le ocurrió a Eva es “una mala praxis”. Aunque reconoce que no han tenido noticias de nadie que se haya enfrentado a una situación similar, alerta de la amenaza de presentismo laboral ante la inminente finalización de los contratos de refuerzo covid.

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“Ahora se tienen que renovar los contratos covid. Si estás de baja no te pueden renovar. Esto puede generar que muchas personas que tengan algún síntoma o sospecha de covid positivo, no lo digan”

“En Madrid el 31 de diciembre se tienen que renovar los contratos covid. Si estás de baja no te pueden renovar. Hay muchas enfermeras que tienen que renovar y están de baja con PCR positiva. Esto puede generar que muchas personas que tengan algún síntoma o sospecha de covid positivo, no lo digan. ¿Qué respuesta se va a dar en este escenario?”, se pregunta García Ramos.

Para el representante de SATSE es de recibo que la administración articule algún mecanismo para que cuando las sanitarias pasen el periodo de aislamiento puedan volver a su puesto de trabajo, aunque el contrato haya finalizado. “Primero, estamos hablando de gente que se ha contagiado en el trabajo. Segundo, no podemos permitirnos prescindir de estas enfermeras a partir de enero. Y, tercero, es de justicia el que si tu tienes un contrato covid y has enfermado por este virus, te lo renueven”.

La importancia de conseguir la baja

La amenaza de presentismo laboral, esto es, acudir a trabajar enfermo, también se cierne ante el resto de la población. El colapso de la atención primaria, encargada de comenzar el trámite para conseguir las bajas laborales, puede empujar a mucha gente a acudir con síntomas e incluso con un resultado positivo.

Así lo asegura Pau Estévez, abogado laboralista del col.lectiu Ronda, quien explica los pasos que se deben dar cuando se obtiene un resultado positivo. “Lo primero que hay que hacer es comunicarlo al centro médico de salud, a nuestro médico de referencia. A través del centro de atención primaria se activará el mecanismo administrativo para concedernos una situación de baja médica. Es importante por diversos motivos. Primero, nos permite ausentarnos de nuestro puesto de trabajo por enfermedad. Si no acudimos al trabajo sin una causa justificada en dos-tres días la empresa puede ejecutar un despido disciplinario”, avisa.

Hasta tres días pasó Eva colgada del teléfono para conseguir tramitar su baja médica. “Tras obtener mi positivo, me pasaba horas colgada al teléfono intentando contactar con mi médico”, explica. Tuvo incluso que mandar a un familiar al centro de salud para hacer un intento infructuoso en ventanilla. Al final, gracias al teléfono destinado a la atención de pacientes con coronavirus, consiguió activar el mecanismo para que desde su centro de salud se pusieran en contacto con ella.

“Cuando el periodo de baja nos coincide con las vacaciones, la normativa nos permite disfrutar las vacaciones en otro momento”

“Segundo— prosigue Estévez— si llegamos a necesitar estar más tiempo de baja de lo previsto, interesará que la situación esté registrada desde el primer día. Además, cuando el periodo de baja nos coincide con las vacaciones, la normativa nos permite disfrutar las vacaciones en otro momento”

Y, por último, este abogado avisa de que si se acaba el contrato mientras el trabajador está de baja, hay derecho a una prestación económica. Cuando es por enfermedad común, la prestación se configura de la siguiente manera: los tres primeros días no se cobran, del cuarto día al día veinte se cobra el 60% y a partir del día 21 en adelante se cobra el 75%. Pero, cuando la baja es por enfermedsd común pero por covid, se abona el 75% desde el primer día.

Enfermedad laboral

En el caso del personal sanitario “el covid de una persona sanitaria es una enfermedad profesional, que es lo que estamos defendiendo en algunos juzgados y en ocasiones con éxito. Si se acabara nuestro contrato, la baja médica se cobra al 75% desde el primer día y sin limitar el importe de la prestación por la del desempleo, ni el descuento de los días que eventualmente pudieran corresponder por desempleo”, apostilla Estévez, quien insiste en que el problema en este sector es el abuso en el uso fraudulento de contratación temporal con “precariedad y concatenación de contratos temporales”.

“Conseguir un parte de baja es casi imposible y esto puede empujar a la presencialidad de los positivos. Me callo, no digo nada y voy a trabajar. Es un riesgo hacer eso. Estamos viendo brotes que no había habido nunca. No cortar las cadenas de transmisión es un error”, avisa el representante de SATSE, quien denuncia que reducir el tiempo de aislamiento  asintomáticos de diez a siete días, como aprobo este miércoles el Gobierno, puede ser un riesgo debido a la situación en la que estamos.

“Como profesionales sanitarios no nos hemos podido acoger a ningún derecho porque somos personal esencial en pandemia, lo tenemos difícil luego para ganar muchas cosas a nivel judicial”

El portavoz sindical avisa además de que, si no se consigue tramitar la baja con una PCR positiva, el trabajador puede plantarse, pero luego, si la empresa decide sancionarle lo tendrá que pelear a nivel legal. “Es un proceso arduo, te expones a una falta disciplinaria contra la que luego tienes que pelear. Como profesionales sanitarios no nos hemos podido acoger a ningún derecho porque somos personal esencial en pandemia, lo tenemos difícil luego para ganar muchas cosas a nivel judicial”, advierte.

Poco antes de hablar con El Salto, Eva a conseguido su baja. No se encuentra mal, los primeros días fueron los peores. Y espera que, lo que le ha sucedido, no le vuelva a suceder a nadie. “Es una temeridad innecesaria”, insiste.

 

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